En riesgo subsidios al Gas LP para las familias más pobres debido a recorte del presupuesto nacional
La Asociación Colombiana del GLP – GASNOVA advierte que, debido a un drástico recorte presupuestal en los recursos destinados a financiar los subsidios al Gas LP (GLP), más de 260 mil familias de los estratos 1 y 2 de Nariño, Cauca, Putumayo, Caquetá, San Andrés Islas y Amazonas se verían afectados.
Alejandro Martínez Villegas, Presidente de la Asociación Colombiana del GLP – GASNOVA, el gremio que congrega a las compañías que distribuyen el 76% del Gas LP (GLP) en 1.050 municipios del país, lanzó una alerta por la inminente pérdida de los subsidios al GLP que cobijan a las familias más pobres de seis departamentos del país (Nariño, Cauca, San Andrés, Providencia y Santa Catalina, Caquetá, Putumayo y Amazonas).
El Presidente de GASNOVA explicó que en el proyecto de ley del Presupuesto General de la Nación 2020, el Gobierno plantea apropiar tan solo $30.000 millones para el subsidio al GLP en cilindros e infraestructura de redes de distribución, lo cual implica una reducción de 66% frente a lo aprobado para 2019, año con el que se contaron con recursos por el orden de $90.000 millones.
“Al no tener acceso a estos subsidios, los usuarios de estas regiones tendrán que regresar al uso de la leña para poder cocinar sus alimentos. Esto conllevará a un incremento en los índices de pobreza, afectaciones de salud respiratoria y aumento de la deforestación”, señaló Martínez Villegas.
Las implicaciones de esta decisión es que no habrán suficientes subsidios en el próximo año para las 260.417 familias –es decir, 1’041.668 personas– que pertenecen a comunidades indígenas y a los estratos 1 y 2 de las mencionadas regiones, que han sido identificadas como población vulnerable por no contar con recursos económicos para acceder a una fuente energética adecuada para preparar sus alimentos.
Consecuencias de utilizar leña
Es inminente el regreso a la utilización de la leña por parte de estas familias que quedarán descobijadas de los subsidios. Combustibles sólidos como la leña y el carbón producen daños en la salud respiratoria de las personas que se encargan en el hogar de la preparación de alimentos, al respirar durante tiempos prolongados el humo que expelen sus fogones.
Según la más reciente Encuesta Nacional de Calidad de Vida del DANE, en Colombia hay 1,7 millones de familias que usan fogones para cocinar alimentos, hervir agua o calentar el ambiente, cuya fuente energética es la leña o el carbón. La contaminación intramural asociada a estos combustibles se asocia con mil muertes anuales en Colombia (Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, 2015).
Es un problema de salud pública que le representa al país, según datos del Banco Mundial (2014), recursos por el orden de $1.1 billones (0,22% del PIB de 2009) para atender los impactos de salud asociados a la contaminación del aire en sitios cerrados.
Desde la perspectiva ambiental, los subsidios al GLP también tienen una gran importancia porque ayudan a reducir la deforestación que, lamentablemente, cada año aumenta en el país: en 2017 se registraron 219.973 hectáreas de bosques deforestados (23% más que en el año 2016) y en 2018 el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible indicó que se deforestaron 280.000 mil héctareas.
Kirk Smith, profesor e investigador de la Universidad de California Berkeley (EE.UU.), conferencista invitado al 2º Congreso Internacional del GLP, explicó que “en la India, reemplazar el consumo de leña por gas propano representó una mejora en la calidad de vida de millones de familias pobres que no tenían otra opción energética más que la leña”.