Mensaje del presidente: Gas LP, el combustible de la gente

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Mensaje del presidente: Gas LP, el combustible de la gente

Texto publicado en el 'Informe Anual del GLP - 2022', escrito por Alejandro Martínez Villegas, presidente de la Asociación Colombiana del GLP - GASNOVA.

El Gas LP como combustible de transición hacia energías renovables ocupa hoy un lugar importante en la canasta energética nacional, especialmente como opción viable de energía para cocción, de minorías étnicas, comunidades rurales y familias que viven en los cascos urbanos. Es decir, para la gente con mayor vulnerabilidad económica en nuestra sociedad. Con base en acertadas decisiones de política pública y el desarrollo de nuevos usos, el mercado nacional de GLP venía mostrando un crecimiento robusto que se vio impactado por el comportamiento del precio del producto en el país en 2021.

Durante 2018 y 2019 el precio internacional del propano Mont Belvieu se mantuvo por debajo de 1 USD/gal, mostrando fuerte tendencia descendente en el segundo semestre del 2019, hasta llegar a un mínimo de 0,35 USD/gal en abril de 2020. A partir de entonces y, como consecuencia de la alta demanda de materias primas petroquímicas en la China, que no estuvo sincronizada con la reacción de la oferta, los precios internacionales del propano y del butano (a los cuales está indexado el precio nacional regulado del GLP) se incrementaron sostenidamente, llegando a alcanzar 1,43 y 1,74 USD/gal en marzo de 2022, habiéndose mantenido al alza durante todo 2021. Después de marzo 2022, han mostrado alguna disminución que mantenemos en observación, dada la alta incertidumbre que afecta actualmente al mundo de los hidrocarburos. Por otra parte, la tasa de cambio afectada por la devaluación, ha contribuido al incremento en el precio del GLP que se transa en pesos colombianos en el mercado nacional. La combinación de todas estas variables, hizo que las compañías distribuidoras tuvieran que reducir los márgenes de comercialización en su negocio, con la consecuente restricción en sus resultados económicos, para reducir el impacto sobre el consumo.

Las consecuencias de los altos precios mencionados se evidenciaron con la caída en la demanda, en especial la del sector residencial, que permite intuir que al superarse la capacidad de pago de la gente más pobre, hubo población que renunció a la compra del GLP y probablemente lo sustituyó con leña o con otra opción de combustibles sólidos altamente contaminantes. Así las cosas, el gran reto que surge es cómo manejar esta situación estructural de precios altos del GLP como combustible de transición, que funge como la mejor y en muchos casos como la única opción energética para la gente menos favorecida de nuestra sociedad.

En primer lugar, consideramos de la mayor importancia que los productores nacionales aporten sus mejores esfuerzos para mantener (y si fuera posible para aumentar) la oferta de GLP al mercado nacional. De no lograrse esto, la participación de importaciones en el balance oferta-demanda de este combustible tendrá que ser cada vez mayor, con el respectivo impacto sobre el precio en el mercado nacional.

Por otra parte, con el objetivo de evitar que se amplíe la brecha de pobreza energética que hoy nos aqueja, GASNOVA ha venido impulsando la opción de que el gobierno nacional destine 400.000 millones de pesos del presupuesto nacional a otorgar subsidios al consumo de subsistencia de GLP de los estratos 1 y 2 de todo el país. Dentro de esa cifra está contenida la partida con que se cubre hoy el llamado plan piloto mediante el cual se otorgan subsidios a los estratos 1 y 2 en 6 departamentos. Esta asignación que es muy inferior a la que tienen hoy todos los demás servicios públicos, es indispensable para garantizarle a la población más necesitada, una opción energética asequible que le permita usar un combustible limpio para cocción, evitando deforestación y efectos adversos sobre su salud.

Esperamos que el presente documento sea una fuente de información valiosa para todos los interesados en este importante sector y pueda soportar decisiones del nuevo gobierno conducentes a hacer asequible este combustible a los colombianos con menores ingresos económicos. Para comunidades ubicadas en sitios de difícil acceso de nuestra geografía, pequeñas industrias y familias de escasos recursos en centros urbanos, el GLP es la única opción de energía que permite sustituir otros combustibles contaminantes y especialmente leña, con sus consecuentes efectos sobre salud y deforestación. Nuestras compañías afiliadas están comprometidas a continuar aportando todo su esfuerzo para llevar este combustible a los hogares colombianos que lo requieran, buscando ser siempre un soporte importante para que el país pueda dar el mejor manejo posible a la gran incertidumbre y a las difíciles condiciones que impone la economía mundial hacia el futuro cercano. El compromiso consiste en contribuir en lo que a las compañías distribuidoras compete, a que nuestro país sienta realmente al GLP, como el combustible de la gente.

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