Oportunidades para el Gas LP en el nuevo Plan Nacional de Desarrollo
El 2019 se vislumbra como un año de oportunidades para el sector del Gas LP (GLP). El Plan Nacional de Desarrollo (2018-2022) impulsa en el país diversos usos del GLP con beneficios sociales y ambientales.
Buenos vientos se vislumbran para el Gas LP (GLP) en materia de crecimiento y expansión del mercado, dado que el Plan Nacional de Desarrollo (2018-2022) le plantea oportunidades al definir al Gas LP como un combustible limpio que le representará al país importantes beneficios energéticos, sociales y ambientales.
Se resalta en el Plan de Desarrollo un programa ambicioso de reemplazo de leña y carbón por Gas LP (GLP), su inclusión como combustible limpio en el sector automotriz (autogás) y en el transporte marítimo y fluvial (nautigás), así como el impulso a proyectos de generación eléctrica con GLP.
Con ello el Gas LP gana gran relevancia dentro de la canasta energética nacional para expandir su cobertura más allá del ámbito residencial.
Adiós a la leña
En Colombia 982.000 hogares consumen leña para cocción de alimentos, de los cuales 912.652 están ubicados en centros poblados. El Plan Nacional de Desarrollo (2018-2022) establece que “(…) se estructurará un programa de sustitución de leña y carbón por GLP (…)”. Para ello, GASNOVA, con base en un estudio de la UPME, plantea el otorgamiento de subsidios para beneficiar, en un lapso de tres años, al 23% de las familias que consumen leña –es decir, 225.000–.
Actualmente el subsidio solamente está en cinco departamentos: Nariño, Cauca, Caquetá, Putumayo y San Andrés Islas; la ampliación a todo el país implicará un subsidio anual de $67.410 millones –que es muy bajo si se compara con los $721.865 millones anuales destinados al gas natural y los casi 2 billones entregados a la energía eléctrica–. Se espera beneficiar hogares que todavía cocinan con leña en las regiones Caribe, Oriental, Central, Pacífica y Orinoquía- Amazonía; los departamentos de Antioquia y Valle y en Bogotá, que son los más grandes consumidores.
La ampliación de subsidios al GLP ayudará a mitigar enfermedades respiratorias que padecen las personas que cocinan en fogones de leña. Según la más reciente Encuesta Nacional de Calidad de Vida del DANE, cocinar con esta fuente se asocia a mil muertes anuales (Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, 2015); el Banco Mundial calculó, en 2014, que Colombia destina $1.1 billones (0,22% del PIB de 2009) a atender esos impactos de salud.
Desde la perspectiva ambiental, los subsidios también adquieren relevancia porque ayudan a reducir la deforestación: se calcula que en 2017 se deforestaron 219.973 hectáreas en el país, 23% más que en 2016.
Generación eléctrica y autogás
Otro de los programas incluidos en el nuevo Plan de Desarrollo es el que busca “(…) promover el uso de energías limpias para generación eléctrica, proyectos de sustitución de diésel por GLP (…)”. Siendo la mejor alternativa ambiental y económica para generar electricidad, el Gas LP se vislumbra como una fuente de combustión limpia.
El Plan de Desarrollo también establece “(…) aumentar el ingreso de vehículos limpios”, por eso otro nuevo uso que se impulsará será el autogás, que genera bajas emisiones y es menos contaminante que la gasolina o el diésel. Según la Asociación Mundial del GLP (WLPGA), los automóviles impulsados con Gas LP, comparados con los que utilizan gasolina, emiten 81% menos partículas y 21% menos de monóxido de carbono; mientras que frente a los impulsados por diésel genera 74% menos partículas y 81% menos emisiones de carbono.
Colombia está próxima a dar el salto a esta alternativa de combustible vehicular que, aunque ya está en la canasta energética, falta la expedición de las normas técnicas sobre calidad del producto, funcionamiento y adecuación de las estaciones de servicio, cuyos borradores fueron puestos a comentarios por parte del Ministerio de Minas y Energía y se espera sean expedidos próximamente.