Subsidio al GLP para la economía popular
Por Alejandro Martínez Villegas
Presidente de la Asociación Colombiana del GLP – GASNOVA
Cifras del Dane y la Organización Mundial de la Salud revelan que en Colombia mueren 5.000 personas cada año, debido a enfermedades respiratorias agudas causadas por el humo de la leña que utilizan para cocinar.
Afecta en Colombia a cerca de 1.700.000 familias (6 millones de personas). Es una problemática que afecta a los hogares más pobres del país, ante su imposibilidad de acceder a combustibles limpios. Es evidente que se requieren subsidios al consumo de esta fuente limpia de energía, porque también en los centros urbanos la gente con menos recursos acude a su cilindro, dentro de lo que el gobierno ha calificado de ‘economía popular’.
Es por eso que Gasnova está impulsando ante el Gobierno Nacional la asignación de $400.000 millones anuales, en el presupuesto general de la Nación, para subsidios al consumo de Gas LP (gas propano o gas en pipeta) destinado a los usuarios de estratos 1 y 2, con cobertura en todos los departamentos del país. Es el único servicio público en el país que no tiene subsidios al consumo.
Dentro de esa cifra, está contenida la partida actualizada que cubre hoy el llamado Plan Piloto, con alcance únicamente en 6 departamentos: Nariño, Putumayo, Caquetá, Macizo Colombiano del Cauca, San Andrés y Providencia, y Amazonas.
Es indispensable garantizarle a la población más necesitada una opción energética asequible e inmediata que les permita usar un combustible limpio para cocinar, evitando la deforestación y los efectos adversos sobre su salud.
Ejemplos a nivel mundial hay varios, pero tal vez el más exitoso es la India, gigante asiático con 1.400 millones de habitantes donde más de 100 millones de hogares cocinaban con combustibles altamente contaminantes como la leña y el querosene.
De acuerdo con World LPG Association, el humo generado por estos combustibles contaminantes al interior de una vivienda o cocina, equivalen a inhalar el humo de 400 cigarrillos.
Este grave problema de salud pública llevó al gobierno indio a ejecutar, desde 2016, un ambicioso programa para subsidiar el GLP en mínimo 50 millones de hogares pobres, de forma gradual: en el primer año se beneficiaron 20 millones de familias, en 2017 otros 30 millones y en 2018 se amplió la meta, llegando a 58 millones de hogares adicionales.
Confiamos en que el Gobierno, desde su programa de transición energética justa y de la llamada ‘economía popular’, dará una mirada a los hogares más vulnerables de Colombia y otorgará estos subsidios al GLP que, más que un gasto, se constituyen en una política pública para salvar vidas.