La gratitud de los usuarios a los que Christian Maldonado atiende desde su compañía, Inversiones GLP - Empresas Gasco, le hacen sentir un gran orgullo de trabajar en el sector del GLP. Conozca aquí su historia.
Christian David Maldonado Franco ha sentido la alegría de sus clientes, cada vez que les lleva el GLP (gas propano) a sus hogares. “Papá, mamá: ¡llegó el gas!”, escucha frecuentemente de viva voz de los niños, y es una consigna que lo llena emoción. A este trabajador de 30 años, vinculado a la compañía Inversiones GLP – Empresas Gasco, lo llena de orgullo distribuir el gas envasado en cilindros.
Christian es Ejecutivo Comercial de Envasado, y realiza sus operaciones en la Planta Siberia, de Unigas S.A. E.S.P. “Te comienzas a enamorar del GLP cuando descubres que es un mundo lleno de emociones”, afirma mientras sonríe, y recuerda con satisfacción cómo sus clientes le agradecen cuando les suministra el servicio público domiciliario del GLP (gas propano) a sus hogares, negocios o emprendimientos.
Para él es gratificante recibir muestras de gratitud por parte de sus usuarios. Siente emoción al evocar cómo le agradecen las amas de casa que están en sus hogares esperando la llegada del gas para cocinar, y la felicidad que le demuestran los propietarios de las panaderías, cafeterías y restaurantes donde requieren el gas para continuar con sus operaciones.
Una de las experiencias más bonitas que Christian recuerda de sus jornadas distribuyendo el gas, es cuando se dirige hacia las zonas rurales, donde familias que residen en fincas aplauden emocionados al ver que llega el gas, pues utilizan esta fuente de energía limpia para reemplazar el uso de la leña. “En ese momento, siento una satisfacción enorme al trabajar para la industria del GLP, porque entiendes que le estas apartando bienestar a las personas y al país”, finaliza Christian.